La fórmula del ex director del SII para simplificar el cálculo de las contribuciones

En conversación con Libre Mercado, el abogado Ricardo Escobar, ex director del Servicio de Impuestos Internos (SII) durante el primer gobierno de Michelle Bachelet, lanza una mirada crítica al sistema de contribuciones vigente y da a conocer una propuesta simple y moderna para reformarlo.
El debate sobre las contribuciones ha ganado protagonismo en el escenario político y público, especialmente tras propuestas presidenciales que plantean su eliminación o reforma profunda.
Y no solo por eso, sino por las recientes controversias por el no pago de este impuesto, como es el caso del entonces director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Javier Etcheberry, de algunos ministros y también de propiedades del Partido Comunista.
En este escenario, el abogado Ricardo Escobar, quien estuvo a cargo del SII entre 2006 y 2010 ofrece una mirada técnica al problema y propone una fórmula concreta para rediseñar el sistema de cobro, abordando sus deficiencias actuales y los criterios que deberían guiar una eventual reforma.
La valoración de los inmuebles se realiza con una «técnica muy antigua, heredada de hace decenas de años, donde es el Estado el que se tiene que hacer cargo de un proceso extremadamente engorroso en el que el resultado es imposible”. «Si en un mismo edificio hay departamentos exactamente iguales pero un dueño le cambió las ventanas a termopanel ese departamento debe tener un avalúo distinto del otro, pero impuestos internos no tiene esa información», explica Escobar en Libre Mercado.
A esto se suma, según el abogado, lo inviable de reclamar los avalúos: “Uno no va a hacer un juicio por 300 mil pesos al año. Un juicio tributario dura ocho años en promedio. Sólo grandes contribuyentes estarían dispuestos a litigar»
Escobar subraya que el problema se agravó con el fuerte aumento en los precios inmobiliarios desde 2006-2007. «Las contribuciones eran un gasto como el agua, una cosa pequeña. Hoy, con el alza sostenida del valor de las propiedades y un mercado restringido por el déficit habitacional, las bases imponibles han escalado de forma drástica», asegura. Para Escobar, esto es ejemplo de cómo «la conjunción de políticas públicas no calza».
Una fórmula clara y sin enredos
Para Escobar, las actuales propuestas para eximir de contribuciones a la primera vivienda o a los adultos mayores son apenas «parches para un sistema que no funciona». Lo que se requiere, asegura, es un rediseño completo.
Por un lado propone el valor de adquisición con descuento. “¿A cuánto compraste tu casa? ¿A 100? Te lo bajo a 90. Y en base a eso se calculan las contribuciones”, resume Escobar. Esta alternativa, que toma como base el precio de compra menos un porcentaje (por ejemplo, 10%), permite establecer un avalúo claro y verificable. “No hay conflicto. No hay nada que discutir. Es súper fácil. Cero costo para Impuestos Internos”, asegura. Este valor se mantendría hasta la próxima compraventa.
Por otro lado, sugiere la autodeclaración del valor de la propiedad. Al igual que en el Impuesto a la Renta o de Timbres y Estampillas, el contribuyente declara el valor de su bien raíz. “La mayor parte de la gente quiere cumplir, nadie quiere tener problemas”, afirma. «Siempre que existan multas adecuadas y un proceso ágil, este método permitiría a los propietarios declarar, por ejemplo, metros cuadrados y terreno, con apoyo de formularios básicos del SII», agrega.
Ambas fórmulas, dice Escobar, serían más fáciles de administrar, más baratas para el Estado y permitirían ajustar el impuesto en función de la capacidad de pago, especialmente considerando la carga financiera que significa una hipoteca en curso.
Cohesión social desde las contribuciones
El abogado asegura que es indispensable que se hagan reducciones del monto exento. Sostiene que la diferencia entre Chile y el resto de la OCDE, está en que tiene un tramo exento brutalmente alto. “Parte del desarrollo de los países es que todos contribuyan un poquito al sistema”, dice. Actualmente, alrededor del 70-75% de las viviendas en Chile no pagan contribuciones, en parte porque el tramo exento llega a propiedades de $57 o $60 millones de pesos.
Según sus cálculos, si un millón de viviendas actualmente exentas pagaran apenas 100 mil pesos al año, se obtendría una recaudación significativa. Pero más importante aún, se fortalecería el vínculo como sociedad. “Eso los hace exigir de vuelta, con derecho», sostiene y agrega que «los hace sentir que lo pueden exigir a las autoridades, haga bien con mi plata”.
A su juicio, esto previene una “desintegración social”, donde se impone la lógica de “que no me cobren nada, denme todo y que paguen los ricos”.
Reforma Tributaria: “un misceláneo” sin viabilidad
Un «misceláneo», un «pegoteo de distintas cosas» es como califica Escobar la reciente propuesta de reforma tributaria del gobierno. En esta línea, cuestiona que no se haya hecho un trabajo político previo para evitar el rechazo casi inmediato que generó. “Debió haberse preparado políticamente mejor, haberse conversado más”, dice y asegura que hay fundamentos para la reacción negativa.
Sobre las Pymes, Escobar advierte que la reforma insiste en una idea rechazada ampliamente en 2014: eliminar el 12,5% de impuesto, que es bajo, y que si invierten sus utilidades no tienen que pagar más. “Castiga la reinversión de utilidades. Es un error conceptual total”, afirma. Además, señala que “esto se está construyendo sobre la base de la desconfianza total (…) Entonces, ponen tantas reglas que no hay contador en Chile lo entienda”.
Para Escobar, esta reforma es esencialmente un proyecto político, que probablemente no avanzará. Su objetivo, concluye, sería permitir al oficialismo decir que “la derecha rechazó esto”. A su juicio, es urgente abordar los cambios con seriedad, integralidad y expertos que comprendan el sistema completo. “No podemos seguir con puros parches”, concluye.
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